
Contemplar la herida, para alcanzar humanidad Retiro – 21 de mayo 2021
ESTAMOS HERIDOS
Momento de Oración No. 1
Para comenzar
- Busca un lugar y posición corporal en el que puedas vivir tu experiencia de Dios. Respira, descansa y deja sentir que el Señor está allí y te acompaña.
- Oración preparatoria: “Señor, que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas al servicio y alabanza de tu Divina Majestad”.
- Petición Eje: “Señor, dame la gracia y el coraje de conocer las heridas que han marcado mi vida”.
Para permanecer
Lee Mc 5, 21-43 subrayando lo que más te llama la atención. Es el pasaje de la curación de una hemorroisa y la resurrección de la hija de Jairo. De una manera muy singular, los personajes de este pasaje dejan ver cómo ante Dios lo que tiene la humanidad delante del Señor son heridas que resolver, en tanto comprometen la vida, como fue el caso de la hija del jefe de la sinagoga.
- Contempla la muchedumbre, tan variada, que deja ver a unos heridos (hija de Jairo), pero que al mismo tiempo esconde a otros (la hemorroisa tiene que acercarse de una manera sigilosa, no directa, porque las etiquetas culturales le impedían que se acercase con libertad ante Jesús).
- Contempla a Jesús, quien se siente apretujado por la gente, pero no menos sensible para reconocer que se ha desprendido de él una fuerza que sale de Él con la cual logró sanar la enfermedad de esta mujer.
- Contempla el encuentro de Jesús y esta mujer, “atemorizada y temblorosa” (v. 33) y cómo Jesús confirma que es la fe de esta mujer en el poder sanador de Jesús lo que le otorgó la curación.
- Finalmente contempla a Jesús en la casa de Jairo, cómo atraviesa la sala y las burlas de aquellos que no creían, cómo llega a la habitación de la niña y la “levanta” con “nombre propio” (v. 41).
Para terminar
- Cierra los ojos, respira profundamente y reposa el corazón en silencio. Habla con el Señor de aquella imagen que más suscitó en ti emociones, que te conmovieron, o ideas que te hayan clarificado alguna situación de tu vida. Compártele las heridas que descubres, cómo se encuentran y si quieres pedirle alguna gracia en especial.
Para evaluar
- ¿Mi fe me permite creer que Dios puede sanar mis heridas y las de los demás?
Recomendado: La Herida (C. Fones y J.M. Rodríguez Olaizola) - https://www.youtube.com/watch?v=ZlytrrXzRzA&ab_channel=Crist%C3%B3balFones%2CSJCrist%C3%B3balFones%2CSJ